La calabaza, una hortaliza tan versátil como nutritiva
La calabaza, sus beneficios para la salud y algunas ideas sencillas de cómo prepararlas para disfrutar de todas sus bondades.
Con la llegada del otoño llegan los climas frescos, los colores naranjas, rojos y marrones, las hojas que caen de los árboles y las mejores calabazas. Además, existen variedades de diferentes tamaños, formas y colores que se pueden disfrutar durante todo el año. Esta hortaliza, de la familia de la sandía, el melón, el calabacín y el pepino, tiene pocas calorías, una gran cantidad de nutrientes y una gran versatilidad, cualidades que permiten utilizarla de múltiples formas en la cocina.
Sus principales propiedades
Entre la gran diversidad de nutrientes que contiene esta hortaliza, destaca el betacaroteno, responsable de su característico color anaranjado. Esta sustancia es precursora de la vitamina A, esencial para la buena salud de los ojos y de la piel. Además, es un potente antioxidante, por lo que ayuda a eliminar radicales libres y retrasa el envejecimiento.
Asimismo, es una fuente de otros antioxidantes como las vitaminas C y E, que fortalecen el sistema inmunológico y ayudan a prevenir diversos tipos de cáncer. Por otra parte, contiene cantidades significativas de minerales como el potasio, el zinc, el hierro, el magnesio, el calcio y el fósforo, esenciales para el adecuado funcionamiento de todas las células del organismo.
También, es baja en calorías, contiene carbohidratos de absorción lenta y es rica en fibra, vital para un saludable tránsito intestinal y para regular los niveles de azúcar e insulina en sangre. Por esto, es ideal para aquellas personas que sufren de estreñimiento o con problemas de sobrepeso, obesidad o diabetes. Por otra parte, destacan sus propiedades protectoras para el corazón, ya que ayuda a reducir la presión arterial, a mantener niveles adecuados de colesterol y de hemoglobina.
Para las personas con problemas de insomnio, comer un puñado de semillas de calabaza antes de dormir es idóneo, ya que contienen triptófano, un aminoácido esencial que se utiliza para sintetizar la llamada “hormona del sueño”, la melatonina, encargada de regular los ciclos de sueño y vigilia.
Ideas para preparar la calabaza
Esta hortaliza es muy versátil en la cocina, con ella se pueden preparar un sinfín de platos salados y dulces, en cremas, purés, como guarnición, asada, salteada, o para preparar pasteles, dulces y mermeladas. Además, se pueden consumir todos sus componentes, desde la pulpa, hasta la piel y las semillas. Estas últimas contienen una gran cantidad de nutrientes, proteínas, vitaminas y minerales. A continuación, te presentamos algunas sencillas ideas para cocinar calabaza.
Crema de calabaza
Esta tradicional receta lleva calabaza, cebolla y patata. La calabaza se cocina al vapor o hervida; evita cocerla en exceso, máximo unos 20 minutos, para preservar todo su sabor y sus nutrientes. Para darle un toque diferente, le puedes agregar zanahoria y especiarla con curry, cúrcuma o eneldo.
Calabaza asada
La calabaza asada es un excelente acompañamiento de diversos platos, como carnes, aves, pescados y ensaladas. Para prepararlas, se deben lavar, pelar, retirar las semillas y cortar en trozos. Luego, se pueden especiar con hierbas aromáticas y sal, y saltear en una sartén con un poco de aceite de oliva o asar en el horno durante 35 minutos a 180 °C.
Tortitas de calabaza
Para un desayuno nutritivo y diferente, solo hace falta mezclar una taza de avena en copos, una taza de puré de calabaza, una taza de leche y una pizca de canela. Una vez mezclado en una masa homogénea, se cocinan en una sartén caliente y un poco de aceite, dándoles la vuelta cuando comienzan a aparecer pequeñas burbujas. Puedes servirlas con fruta fresca, queso, frutos secos y siropes de diferentes sabores.
¿Cómo comprarlas y conservarlas?
Al elegir una calabaza, se debe tener en cuenta lo que se quiere preparar. Para cocinar cremas, purés u otras preparaciones, lo mejor es elegir aquellas que son pequeñas y pesadas en relación con su tamaño; tienen más sabor y son más dulces que las grandes y ligeras. Observar la piel también es importante, una calabaza madura tendrá la piel gruesa, brillante y uniforme.
Es recomendable conservarlas en un lugar fresco y seco. Después de partirlas, se deben guardar en la nevera y pueden durar al menos una semana.
También te puede interesar:
La berenjena y sus beneficios
[wpseo_address show_state=»1″ show_country=»0″ show_phone=»1″ show_phone_2=»0″ show_fax=»0″ show_email=»1″ show_logo=»0″]
No hay comentarios